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sales@senecaesg.comIn the fight against climate change, the financial sector plays a pivotal role in reducing global carbon emissions. While banks may not produce significant direct emissions, their indirect impact through […]
En la lucha contra el cambio climático, el sector financiero desempeña un papel fundamental en la reducción de las emisiones globales de carbono. Si bien los bancos no producen emisiones directas significativas, su impacto indirecto a través de las actividades financiadas es inmenso. Estas “emisiones financiadas” surgen de los préstamos e inversiones que realizan los bancos en sectores como la energía, el transporte y el sector inmobiliario, que suelen ser importantes contribuyentes a la huella de carbono. De hecho, un estudio reciente concluyó que las emisiones financiadas de los bancos globales son 700 veces mayores que sus emisiones operativas directas, lo que pone de relieve la importancia de abordar esta cuestión desde su raíz. [3]
Los bancos tienen la responsabilidad única de ayudar a dirigir el capital hacia soluciones bajas en carbono y negocios sostenibles. Aquí es donde la Asociación para la contabilidad financiera del carbono (PCAF) entra en juego. El PCAF proporciona una metodología estandarizada que ayuda a los bancos a medir y divulgar la huella de carbono de sus carteras de préstamos e inversiones, lo que les permite tomar medidas prácticas para reducir las emisiones.
En este artículo, analizaremos la importancia del cálculo de la huella de carbono para los bancos que utilizan la metodología PCAF. Aprenderá los conceptos clave, los pasos de cálculo y los beneficios de adoptar los estándares PCAF, así como información de ejemplos reales de bancos que lideran el camino en materia de responsabilidad climática.
En Asociación para la contabilidad financiera del carbono (PCAF) PCAF fue creado en 2015 por un grupo de instituciones financieras holandesas comprometidas con abordar el impacto de sus inversiones en el cambio climático. Inicialmente una iniciativa regional, PCAF se ha convertido en una asociación global, con más de 400 instituciones financieras de todos los continentes que ahora participan. El objetivo principal de la iniciativa es proporcionar una metodología estandarizada que permita a las instituciones financieras medir y divulgar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas con sus préstamos e inversiones, comúnmente conocidas como emisiones financiadas.
El marco del PCAF está diseñado para ayudar a las instituciones financieras a evaluar su impacto climático de manera transparente y coherente. Entre los principales interesados del PCAF se encuentran bancos, gestores de activos, fondos de pensiones y compañías de seguros. Estas instituciones utilizan las directrices del PCAF para mejorar sus prácticas de contabilidad del carbono, alineando sus carteras con los objetivos globales de sostenibilidad. [1]
Al apoyar la acción climática, el PCAF permite a las instituciones financieras hacer un seguimiento y reducir las emisiones financiadas, contribuyendo así a los objetivos más amplios de limitar el calentamiento global. La metodología del PCAF se alinea con otros marcos destacados, como el Grupo de trabajo sobre divulgación de información financiera relacionada con el clima (TCFD) y el Iniciativa de objetivos basados en la ciencia (SBTi), garantizando que el sector financiero pueda cumplir con los compromisos de sostenibilidad regulatorios y voluntarios y al mismo tiempo impulsar un cambio significativo en la economía global.
Explicación de las emisiones financiadas
Emisiones financiadas se refieren a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas con los préstamos, las inversiones y las actividades financieras de instituciones como los bancos. emisiones directas, que provienen de las operaciones internas de un banco (por ejemplo, el uso de energía, el transporte), las emisiones financiadas surgen de las actividades de las empresas y los proyectos que financia un banco. Por ejemplo, cuando un banco presta dinero a una empresa del sector energético, las emisiones producidas por las operaciones de esa empresa se consideran parte de las emisiones financiadas del banco. El seguimiento de estas emisiones es esencial porque a menudo constituyen la mayor parte de la huella de carbono total de un banco. Al medir y gestionar las emisiones financiadas, los bancos pueden reducir su impacto indirecto en el cambio climático.
Alcances de las emisiones
Las emisiones se clasifican en tres Ámbitos basado en su fuente:
Enfoque de atribución de emisiones del PCAF
La metodología del PCAF atribuye las emisiones a los bancos en función de su participación en la financiación de una empresa o un proyecto en particular. Por ejemplo, si un banco aporta el 40% de la financiación de una empresa, contabilizaría el 40% de las emisiones de esa empresa en su huella de carbono. Este enfoque garantiza que las emisiones se reflejen con precisión en proporción a la participación financiera de un banco, lo que permite una medición y una presentación de informes más precisos.
Recopilación de datos y estándares de calidad
La recopilación precisa de datos es la base del cálculo de la huella de carbono del PCAF. Los bancos deben recopilar información detallada datos del préstamo (por ejemplo, la cantidad prestada, la duración y el propósito de los préstamos) y datos de emisiones de los prestatarios, como las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) informadas por las empresas. Si no hay datos disponibles sobre emisiones específicas de los prestatarios, los bancos pueden utilizar promedios del sector o estimaciones basadas en métricas financieras como los ingresos o el tamaño de los activos. El PCAF asigna un Puntuación de calidad de los datos La puntuación va de 1 (mejor) a 5 (peor), lo que refleja la precisión y fiabilidad de los datos utilizados. Una puntuación de mayor calidad significa una información más precisa sobre las emisiones, lo que garantiza una mejor toma de decisiones para gestionar la huella de carbono.
Enfoques de cálculo específicos para cada sector
El PCAF adapta su metodología para tener en cuenta las características únicas de los distintos sectores. Por ejemplo:
Paso 1: Evaluación de la cobertura de la cartera
El primer paso que deben dar los bancos es evaluar su cartera de préstamos e inversiones para comprender el alcance de las emisiones que financian. Esto implica revisar todas las clases de activos, préstamos e inversiones para determinar qué sectores son los más intensivos en carbono. Sectores como la energía, el sector inmobiliario, la agricultura y la industria manufacturera suelen tener una alta exposición al carbono. Al identificar estos sectores de alto riesgo, los bancos pueden priorizar sus esfuerzos de contabilidad del carbono, centrándose en áreas donde su financiación tiene el impacto ambiental más significativo.
Paso 2: Recopilación y evaluación de datos
Los bancos deben entonces recopilar datos de emisiones a nivel de prestatario y datos financieros relevantes. Los prestatarios pueden proporcionar datos directos de emisiones, como informes anuales de GEI. Cuando no se dispone de datos directos, los bancos pueden utilizar promedios de la industria o indicadores indirectos basados en factores de emisiones específicos del sector. Uno de los desafíos clave en este paso es la disponibilidad y precisión de los datos. Para superar estos desafíos, los bancos pueden utilizar bases de datos de terceros o estimaciones de emisiones, al tiempo que priorizan la calidad de los datos (utilizando el puntaje de calidad de datos del PCAF). La estrecha colaboración con los prestatarios y los puntos de referencia específicos del sector ayudan a garantizar la confiabilidad de los datos y mejorar el seguimiento de las emisiones.
Paso 3: Cálculo de emisiones
Una vez recopilados los datos, los bancos pueden aplicar la metodología PCAF para calcular sus emisiones financiadas. Esto implica atribuir una parte de las emisiones de un prestatario al banco en función de la parte de financiación que le corresponde a este. Las herramientas y el software disponibles, como las plataformas de contabilidad de carbono, ayudan a los bancos a automatizar este proceso y garantizar que los cálculos sean coherentes con los estándares del PCAF. Estas herramientas también permiten la inclusión de varios alcances de emisiones, lo que hace que el proceso de cálculo sea eficiente y escalable en todas las carteras.
Paso 4: Informe y divulgación de emisiones
Después de calcular las emisiones, los bancos deben informar sus resultados de acuerdo con el PCAF y otros marcos de sostenibilidad, como el Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima (TCFD). La divulgación regular y transparente de las emisiones financiadas es crucial para mantener la confianza de las partes interesadas y cumplir con los requisitos regulatorios. Los bancos deben presentar datos de emisiones en informes de sostenibilidad y asegurarse de que se actualicen anualmente para reflejar los cambios en la cartera. La comunicación clara de estos resultados muestra el compromiso de un banco con la acción climática y mejora su reputación en la comunidad financiera.
Estudio de caso 1: Ejemplo de un banco europeo
ABN AMROABN AMRO, un banco europeo líder con sede en los Países Bajos, fue uno de los primeros en adoptar la metodología PCAF. En línea con su compromiso con la responsabilidad climática, el banco comenzó a calcular y divulgar sus emisiones financiadas en 2017. ABN AMRO implementó el marco PCAF en varios sectores, incluido el inmobiliario, donde se centró en mejoras de eficiencia energética. A través de la recopilación de datos y la colaboración con los clientes, ABN AMRO alentó a los propietarios de propiedades a adoptar tecnologías bajas en carbono. El banco también mejoró la calidad de los datos utilizados en sus cálculos de emisiones al integrar datos de emisiones específicos de los prestatarios siempre que fue posible.
Como resultado, ABN AMRO logró reducir sus emisiones financiadas en 20% en un período de cinco años. Esto se logró mediante una combinación de participación activa con sectores con alto contenido de carbono, mejor calidad de los datos y la reorientación del capital hacia proyectos sostenibles. La transparencia del banco en sus informes también le valió el reconocimiento en los círculos de sostenibilidad, lo que mejoró aún más su reputación de liderazgo ambiental.
Estudio de caso 2: Ejemplo de un banco estadounidense
En los Estados Unidos, Banco de América El Banco adoptó la metodología del PCAF como parte de sus iniciativas más amplias de sostenibilidad y clima. El banco comenzó evaluando la exposición al carbono de su cartera de préstamos, en particular en sectores de altas emisiones, como la energía y el transporte. A través de los enfoques sectoriales específicos del PCAF, Bank of America pudo cuantificar las emisiones financiadas e identificar áreas de mejora.
Una de las medidas clave que adoptó el banco fue la de interactuar con clientes de sectores con altas emisiones, ofreciendo incentivos para que las empresas realicen la transición hacia la energía renovable y operaciones más eficientes. Bank of America también invirtió en sistemas de recopilación de datos, utilizando herramientas avanzadas para mejorar la precisión de los cálculos de emisiones.
Al aprovechar el marco del PCAF, Bank of America mejoró significativamente sus prácticas de contabilidad de carbono. Esto condujo a una presentación de informes de emisiones más precisa y ayudó al banco a establecer objetivos realistas y basados en la ciencia para reducir las emisiones financiadas. Las mejoras no solo respaldaron los objetivos climáticos del banco, sino que también fortalecieron las relaciones con las partes interesadas y los clientes, mostrando los beneficios de las finanzas responsables en un panorama regulatorio que cambia rápidamente.
La adopción de la metodología de cálculo de la huella de carbono del PCAF es un paso crucial para que los bancos alineen sus operaciones con los objetivos globales de sostenibilidad. Al comprender y gestionar las emisiones financiadas, los bancos no solo pueden mitigar los riesgos climáticos, sino también mejorar su papel en el fomento de una economía baja en carbono. El marco del PCAF ofrece un enfoque estructurado e integral para cuantificar estas emisiones, lo que permite a las instituciones financieras tomar decisiones basadas en datos que benefician tanto a su negocio como al planeta.
A medida que el cambio climático va configurando cada vez más el panorama regulatorio y las expectativas de los inversores, los bancos que adopten de manera proactiva la contabilidad del carbono estarán mejor posicionados para gestionar los riesgos y aprovechar las oportunidades en materia de finanzas sostenibles. Al comprometerse a presentar informes transparentes y perfeccionar continuamente sus datos sobre emisiones, los bancos pueden fortalecer la confianza de las partes interesadas y contribuir significativamente a la transición global hacia un futuro más sostenible.
Ahora es el momento de que las instituciones financieras adopten la metodología del PCAF, se apropien de su impacto ambiental y lideren el camino hacia un sistema financiero más verde.
Fuentes:
[1] https://wp.senecaesg.com/insights/understanding-partnership-for-carbon-accounting-financials-pcaf/
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